viernes, 4 de diciembre de 2009

3 de Diciembre, 2009

Todo empezó desde el principio. Algunos historiadores asumen que el principio empieza por adelante, pero tengo mis serias dudas (tengo un hermano que nació al revés de lo que los demás, o sea que su principio fue otro). Y si hablamos de principios ya nos metemos en el terreno de la ética y de la moral, pero eso nos llevaría más tiempo del estipulado para estos casos, así que sólo me contentaré conque me desperté temprano...

En la mañana hubo tiempo de pintura. Se procedió a desembolsar los elementos constitutivos de la pintación, y me pintó terminar algunos de los cuadritos que les faltaba firma, o terminaciones arbóreas, o suelísticas, o ... terminaciones varias. La cuestión es que dejé todo así sobre la mesa y aproveche que la luz había vuelto como para ver el tema de los mails... pude contestar algunos y copiando y pegando el archivo viajerístico también pude armar el blog de chucruz.

Mientras tanto, en el otro lado de la casa... se tramaba o urdía algo muy diferente. Dos hombres habían tomado posesión de la zona de la cocción y aledaña... estaban armados con cuchillos y despedazaron diferentes especies. Especie de pollo, que adobaron con pimiento morrón; especie de aguacate o palta + papa + diferentes otras cosas mezcladas en un revoltijo apestosamente delicioso. Pero se hicieron una ensalada con dichos rehenes.
Previa ordenación mesística se procedió al ingerimiento, deglución y digestividad (lo mismo que en Kamtchatka, primero se come y después se digiere leyendo rider’s digest)...
Para el momento de “almorzando con Louis Le Grand” nos acompañó Pepina, que venía de trabajar e iba... quien sabe.

La palma hizo nuevamente sus estragos y despejó la zona anteriormente tomada por dichos hombres, que resultaron ser Louis y José Louis o Jocelote (desde el tiempo del Parque histórico). Louis también pasó a tener un nuevo apodo, por el parecido con su nuevo nombre utópico nomenclativo: Saciarelo. Quizás todo esto termine en Saciarelouis, quien sabe... lo veremos en el próximo capítulo, o no.

Hubo un nuevo intento computacional, pero nuevamente nos ganó de mano el cortazo de luz. Por lo que se intentó continuar con una batería, previa reparación de Jocelote. El intento valió por algunos minutos, con lo que se pudo cerrar las típicas conversaciones de 3 de Diciembre de 2009 por chat... Para cuando se acabó la batería, se terminó casualmente la energía también. Algunos lo llaman coincidencia afectiva, es decir, lo afectivo entra a ganar terreno en el ámbito de los “coincido”, pero con permanencia relativa ambiente superior a la citada en el parrafo 24 bis de la constitución de Uganda, inciso premolar izquierdo.

La ola de calor que se cernía sobre la ciudad de Guayaquil por aquellos momentos, obligó a todos los habitantes de aquella casa a repararse en el terreno de los sueños, en el nivel delta. Cada quien en su cucha correspondiente soñó lo más lindo... o no.
Al despertar (cualquier coincidencia con el principio de una canción de misa, es pura igualdad) Spencer vió saboteada su pacifica tranquilidad de la uña superior del pie derecho, al enterarse que habría de partir a rumbos desconocidos por él. Pero confiando en el lenguaje de su compañero de aventuras, Louis, decidió acompañarlo hacia ese rumbo desconocido para Spencer solamente.

La situación se salió del estacionamiento junto con el vehículo manejado por Spencer y copiloteado por Luis (ya que este último habría sabido perder su Licencia de conducir en otro país diferente al actual). Raudamente nos dirijimos hacia la casa de quien cumplía años ese día, de esa semana, de ese mes, de ese año, de.... cesétera.

Señores pasajeros, habla el capitán de este blog, para informarles que el vuelo mental que están haciendo para acompañar el viaje de estos muchachos en auto, ha arribado a buen puerto.

Una vez llegados a la casa de la cumpleañera en cuestión, se les permitió a los pasajeros saludar a los habitantes pasajeros de ese hogar en esa velada tan íntima y personal... rebosante de gente. Nos esperaba la bicicleta para hacer speening con niños subidos a los pedales; una torta enorme, que es su superficie superior portaba el rostro de la señorita en cuestión; abundosos muñecos parlanchines móviles (eso se pudo constatar al final del evento); “gente parada; gente sentada... hay mucha gente, pero, pero, pero... no hay nadie como tu”... (cfr. No hay nadie como tu - calle 13).




La cumpleañera luego de ser decapitada... su torta.

Se habló a discreción, disparando las palabras fuera de la boca del emisor correspondiente. A veces llegaban a oídos del receptor, pero no en todos los casos. Esto se sucedió gran parte de la noche.



Spencer y Louis en pleno festejando el aniversario de parición de la agasajada.

Luego hubo momentos de Guitarra y canto hasta finalizar la velada. También había un muñeco de un ángel... esto no lo puedo dejar pasar... con plumas diferentes a las que estamos habituados a ver en las estampitas de los ángeles. En su base había unas especies de caramelos, que ahora mismo no puedo recordar el nombre, que contenían algo del relleno típico de los alfajores y cubierta de azucar impalpable. Así es que no pude palparla... al azucar, pero sí comer varios de aquellos manjares con forma de caramelos bolita.

Luego empezó el pul de repartija de pasajeros que se acomodaron al auto. Normalmente se hace de a pares, cuando se trata de a dos, pero lo habitual es que lo común no sea lo normal, así es que por momentos se bajaba un solo pasajero por vehículo manejado por una misma persona. Al finalizar el recorrido el mismo conductor hubo de repartirse fuera del auto. Spencer y Louis fueron los últimos en descender del móvil, ya que era el propio de la familia de Saciarelo (se acuerdan quien es no? :) ).

Eso es todo por hoy amigos...

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