viernes, 25 de diciembre de 2009

20 de Diciembre, 2009

Hubo un vuelo no planeado en el candelario.
La situación resultó ser la siguiente. La Macanuda salió corriendo de la casa hacia la vereda. Spencer miró desde la puerta toda la es-cena:
Un pie adelante del otro, cada vez más rápido, hasta que dejaron de tener contacto con el piso terrestre... sí, un vuelo. Los pies por delante hasta quedar en horizontal en el aire y desparramarse toda en el piso. Un despatarre digno de mención.
El cuerpo se lo recordó un tiempito...
jeje

Los días siguientes fueron de aclimatación para Spencer.
La garganta lo atenazó contra la cama, y llegó a dormir 16 horas seguidas!.
Ya se sentía un murciégalo de la serie de Batman y Vilma Palma con sus vampiros. Pero el tiempo todo lo cura, incluso las gargantas más ariscas. Así es que se fué domando la faringe, laringe y tráquea del viajero

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