martes, 22 de diciembre de 2009

15 de Diciembre, 2009.

Luego de amanecer. Decidimos hacer un viaje de aventura con Louis y con Carlos, amigo de Saciarelouis. Paso a esssplicar como es un viaje de aventura con Spencer y Louis. Hay distintas opciones según el grado de riesgo implicado. Veremos desde poco riesgo hasta algo con más riesgo (“más loco shico”):

poco riesgo:
Comer papas fritas con cara de nabo y los ojos fijos frente al televisor mirando una peli de esas que estan bueeeeeenas.
Ocservar a otros jugando a las cartas (Sin soplarle al contrario).

Riesgo medio:
El del medio siempre es como que ni chicha ni limonada. Es como alguien que está entre el primero y el último. Suele ser más aburrido que comer chicle mirando una pared en el cuarto de un hospital después de varios meses de reposo obligado.

Alto riesgo:
Tirar un cigarrillo encendido en una gasolinera, con el piso lleno de combustible.
Tratar de escaparse de un submarino a 1200mts de profundidad sin llevar oxigeno ni snorquel
Saltar de un avión solo llevando traje de baño y el pomito de “paracaidasytorceduras”.
Tomar agua con gas y sin gas, mezcladas.

Enfilamos como para el lado donde fuímos, es decir, para “ese” lado en particular. Después de unas vueltas llegamos al lugar: “Cerro Blanco”, que es como una reserva natural, en donde se conservan especies diversas de la flora y fauna del lugar; es como una especie de lata en conserva en medio de una zona aledaña en donde lo demás es plausible de putrefacción. En los alrededores hay cementeras o invasiones (gente “ocupa”).

Ingresamos algunos centenares de metros hasta llegar a la oficina de Cerro blanco. Estacionamos el auto y ingresamos caminando a las oficinas (para no chocar mucho el auto vio?). Nos atendieron, nos desplumaron (lo normal) y nos ofrecieron la compañía de un guía del lugar, un muchacho joven que estudió para guía de turismo. Con el empezamos a ascender por unos senderos nuevos que habían abierto hace poco. El sendero que recorrimos lleva el nombre de “Buena Vista”.
Nos contó que en Ecuador hay alrededor de 1600 y pico especies de aves. De a ratos, si sentíamos el sonido agradable del graznido de alguna, hacíamos lo que se denomina “avistaje”. Consiste en Ubicar al ave con un largavista y mirarla el tiempo que sea. Al oído también nos llega la explicación de dicha ave por medio del guía.
Vimos muchas especies de árboles. Es bastante imponente el Ceibo ecuatoriano. Posee una raíz “aparedada”, que sobresale del piso bastante. Son como raíces con forma de pared, es decir, delgadas y altas.
También pudimos oir una bandada de monos, pero no logramos ubicarlos, ya que se callaron apenas nos acercamos.
A la vuelta pudimos ver un venado de cola blanca, que se fue muuuy rápido.
Vimos una piara de cucunchos, que son algo así como mapaches con cara de comadreja. Supimos que eran todas hembras, andando en dulce montón; ya que los machos son solitarios (como el llanero).



Al finalizar la vuelta nos preguntaron si queríamos ir a unos kilómetros, a una zona de manglar, a recorrer en bote la zona. No lo dudamos ni un segundo, y partimos raudamente.
Fuimos hacia esa zona y tuvimos que esperar un buen rato al guía que nos remaría y explicaría el comoé del coso de la zona. Igual fue una dulce espera, ya que ascendimos por una especie de glorieta de varios pisos, desde donde se podía mirar hacia el río y el manglar. Como estaba techada, zafamos un poco del sol calcinante de aquel día.

El Sr Salazar (todavía no estoy seguro si ese es el apellido correcto de dicha persona, quizás se lo pregunte en el más allá) nos recibió muy bien. Nos pusimos chalecos salvavidas y nos adentramos en el bote. En otros botes llegaban algunos pescadores con calamares, con cangrejos azules, ...
Paseamos en bote, por el agua claro... mientras nos contaba sobre las especies de pajaros, incluso con su nombre científico (un capo el guía). Vimos reinitas; pelicanos; garzas de distintas especies; un pajaro chiquitito que migra desde Canadá, etc. También vimos que hay distintos tipos de mangle (rojo, blanco y otro más).

La vuelta transcurrió sin incidentes dignos de mención, así que cuando la terminamos nos fuimos.

Al volver decidimos pasar por el malecón salado, ya que todavía nos faltaba chupar un poco más de calor del mediodía. El sol rajaba las paredes, pero no pudo con nuestras cabezas. Intentamos ver una construcción con forma de guitarra que nos dijeron que había, pero me parece que había que verlo en forma satelital o helicoptérica.

Volvimos cada cual a su cucha al merecido reposo siesteario.

Más a la noche fuimos con Louis a una Parroquia, en donde después de la misa se cantó un rato frente al pesebre. También se rezó una novena (para los que no saben, es una menos que una décima; en donde se reza nueve días seguidos antes de un evento especial).

Luego fuímos a casa de Ginger a comer una menestra de despedida de Spencer. Estaban Ginger, Pedro, Carlos, Luis, Karencita, “Colores”, Yeca, Louis y Spencer. (corrijanme si me equivoco). La comida estuvo acompañada de una carne preparada con ajo, mostaza y sal y todo eso a la sartén. Comimos un delicioso arroz con menestra de lentejas y carne “asada”. Lo recomiendo.

Es algo digno de mención que en el Ecuador, los paquetes de cigarrillos llevan escrito bien en grande “Fumar causa cancer”. Igual esto no tiene nada que ver con lo que veníamos contando, así que agrego otra cosa:
Cuando algo está “pipí cucú” se dice que es algo que “está pepa”.

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