jueves, 3 de diciembre de 2009

2 de Diciembre, 2009

Despertarse y levantarse es como en todos lados. Abrir los ohos, parpadear; a veces rascarse la cabeza y otras veces no... etc., etc.
Antes de salir de la casa tomarse unos mates y un jugo de melón echo con la mini pimmer. Después ponerme a ordenar un poco los archivos de la compu, para que sea un poco más parecido a grano de pochoclo antes de salir del marlo y cambiar su estructura exterior interna del lado de abajo.
En otro de los cuartos estaban hablando con Montsi por skype, así que tuve tiempo de zampar el cucuruzo y adobar el samper antes de mover la catuasa del comoé.

Más tarde salimos en auto con José Luis y Louis, y nos fuímos como para ver si podíamos ir a misa para el lado de Duran, pero había mucho tráfico en el puente, tanto que nos distrajimos y agarramos para otro puente. Igual puede tomar fotos del puente... jeje.
Entonces decidieron mostrarme el Santuario del Divino Niño (el Niño Jesús de Praga, del cual la gente es muy devota por aquí). Después de algunas vueltas lo encontramos. Enorme! con un atrio enorme también. Una explanada típica como para convocar a varios miles, haciendo de atrio; megáfonos apuntando hacia afuera como para que todos puedan escuchar; varias puertas, en fin... ya se imaginan. Lo que no vimos fue el sagrario con la luz encendida, indicativa de la presencia del Santísimo. Así que estuvimos un rato nomás y seguimos viaje.

Más luego José Luis tenía que pagar unas cuentas en el banco, así es que fuimos a acompañarlo. Rumbiamos como para una zona de countrys muy lindos, y Llegamos a un banco... pero no hubo necesidad de bajar del auto!!!!!!! ‘presionante! el banco tiene un sector que es autobanco. En este banco había 4 carriles, así que avanzamos bastante rápido. El sistema es con esos tubos de aire en donde uno pone los papeles y la plata, cierra y el tubito es aspirado hacia la zona donde está la persona que lo recibe, a la cual veía a través de un cristal un poco más allá. Y por parlantito y micrófono es que intercambiabamos parla. Los chistes que le iban a ser dedicados quedaron en la guantera del auto.



Por falta del comoé no pudimos hacer el trámite, así que fué como retroceder 4 casilleros en el juego de la oca. Así que decidieron mostrarme un megachoppin’, pero como buenos habitué de la zona, descubrimos que lo abrían en unas horas... cuac.

Eso nos permitió conocer la Iglesia de Santa Teresita, una parroquia de lo más linda (hermosa, bella, según la acepción). Muy prolijita, con su parquecito, jardines, flores, estacionamiento, guardia... etc.



Entramos a rezar un rato a un espacio bastante amplio como para ser ese. Mucha madera recubriendo algunas zonas, con el balcón para el coro al fondo, tan común (o normal) en esta iglesia en particular, pero desde que se construyó esto. La nave central también fue ampliada a los costados, desde la última vez. El ábside con una muy linda pintura de Jesús resucitado y a distintos lados esculturas de Santa Teresita, Nuestra Señora Rosa Mística, el Padre Pío... so on.
Salimos hacia afuera y caminamos hacia otro sector en donde está la secretaría. Louis se ha dirigido con el párroco del lugar, así es que quiso pedir un turno para saludarlo y poder charlar. La secretaria lo debe ver muuuy ocupado al coso, ya que le quería dar turno para el 17!. Así que vendremos otro día, para que lo salude cuando salga del confesionario.

Nos subimos otra vez al carro (auto) y decidieron mostrarme el Parque Histórico. Un lugar que ampliamente recomiendo, aunque no entramos recomiendo, porque no nos hubiera entendido nada la cajera cuando sacamos las entradas. Lo resumo ampliamente...
En un primer momento colocamos un pie delante del otro, avanzando por un deck elevado, que forma un sendero a unos metros del suelo. A ambos lados se puede oc’servar una gran variedad de plantas, árboles, hojas haciendo su fotosíntesis retrospectiva... Las distintas especies están catalogadas según cartel correspondiente, es decir, se planta una semilla genérica, antes de que germine se le planta un cartel enfrente y se le va hablando como para que aprenda el idioma y descubra que va a ser cuando sea grande; y finalmente, una vez que lo aprendió la planta crece según lo estipulado en el cartel. Si alguno ve algo que no se corresponde, es que esa planta es una analfabeta!

Entre medio de las plantas empezamos a ver nidos artificiales, más carteles, y distintas especies de animales, con alas y sin alas. Essssplico algunas para los que no saben de especias: Por ejemplo podemos ver al burro gracejo, que es una especie de burro alado... al lado del siguiente digo, que suele migrar intertrópicamente los veranos en que se corta la luz, por lo que va desde las zonas de tundra asiática del Ecuador, hacia la estepa de tartaria a comer sus tartas favoritas.



Aquí vemos al famoso tapir ado, de la especie de los chapitas. El de más a la izquierda. Al fondo animales típicos del lugar.

También tenemos al mono-yacaré, que la típica tortuga que se comió un mono la semana pasada y quedó respirando cortito, quieta como yacaré siesteando en invierno.
Y así la lista podría ser interminable, ya que las especies de especias eran abundantes como para hacer dulce.

Aquí podemos ver al famoso “osito lavador” o según su nombre científico: peluchis whirpool

Al finalizar este recorrido tan apasionante nos adentramos por la salida, hacia una intrincada zona libre. Se pude ver aquí y acullá alguna especie de persona vestida a la antigua, cual animal autóctono. Una glorieta, unas canoas, un trencito, una casota... etc.
Entramos a la casota que supo ser desinflable... digo inflamable. Estaba restaurada como en la época en que vivían los patrones de esa casa o hacendados. Les debe haber ido muy bien con este asunto de los dados, ya que era una florrr de casa, con muebles antiguos y demases... demásestadecir que era lindísimo todo.

Continuamos nuestro periplo por aquellos parajes renovados a la antigua y caímos en la zona botánica, o lugar donde se botan semillas y la gente se calza botas para plantar las semillas fuera de las plantas de los pies y otros vegetables. Todo super ordenado, todo bárbaro, regioalpelo... Sectores sembrados por variedad y especie; cada cual con su cartelito correspondiente, nombrando todas las propiedades intrópicas respectivas. Y guías que nos fueron explicando con más detalle la síntesis descrita en el papel de los carteles. Muuuuuy interesante.
Después pasamos a un sector de reconstrucción de un ranchito como los que habitan los hombres de las sierras. Explicando todo había un par de serranos; que tienen otro acento particular, distinto del de los costeños. Su lenguaje es más parecido al de una persona de Entre Ríos en Argentina, por decir un lugar en el planisferio.
Nuestros pies continuaron avanzando y llegamos a lo que habría sido la casa del hacendado, en donde nos recibió su señora esposa, su sirvienta y el capataz, que nos introdujeron en la época con su vestimenta y su lenguaje, y lo que decían.

Arrastramos nuestros pies hacia la salida, luego de varias horas de paseo. En el ambiente harían unos 35 grados centígrados, con una sensación un poquito mayor. Así que imaginensén como nos esperaba la cabina del horno, digo del auto!

Hicimos un alto en el camino para espantar las moscas que revoloteaban dentro de nuestros estómagos. Por lo cual luncheamos alegremente.

Rumbiamos para otro mega-super-ultra-max choppin’, tan repleto que no cabían los vehículos en el estacionamiento. Dimos un par de vueltas hasta que nos apercibimos que sería mejor estacionar el auto fuera del shopping. Finalmente ingresamos y recorrimos un poco. José Luis aprovechó (motivo por el que fuimos a dicho lugar) a saludar a su señorita novia. Luego partimos raudamente hacia la salida.

A la vuelta a la casa hicimos un alto en el camino para visitar la zona de esteros (entrada del mar en la costa, en este caso en la ciudad de Guayaquil). Allí vimos numerosos manglares, árboles que me llamaron la atención por no conocerlos. Y además tienen una particularidad: si uno mira para arriba ve el típico árbol (copa y tronco). Si uno mira para abajo, cree que llenó su tronco de copas, pero no, es real... lleno de raíces aéreas, finitas, que son las que sostienen al árbol. Aquí queda demostrado ejemplíficamente, que la unión hace la fuerza.

El manglar y el juglar man glero Saciarelo

Proseguimos el continuado hasta llegar a la casa y fue todo en uno. Cama - amor a segunda vista - siesta...

Louis fue a visitar a sus sobrinitos, ya no tan “itos”, y a su vuelta fuímos a misa por ahí cerca. Estacionamos cerca de la casa de una amable señora que habíamos visitado de paso anteriormente, pero no sabría decir en qué tomomen. La misa de 19:30 horas era una misa de difuntos. Después me essssplicaron que todas las misas de entre-semana en ese lugar son iguales. El sacerdote era un hombre que hace 18 años que se encuentra en la misma parroquia, así que ha echo mucha obra. Desde arriba del altar parecía un director de orquesta. “ahora todos van a decir talcosa... ahora canten, pero bien fuerte, con más fe...” Pobre Dios, alugnos asumen que tiene los oídos medio tapados; seguro que esboza una sonrisa.
Algunos feligreses conocidos de Louis se acercaron a saludarlo. Una comunidad muy linda.

Mas luego Spencer tomó las llaves del carro y se dirigieron con Louis una casa en donde se encontraban varios amigos de su comunidad. Muy lindo ver la alergia de estar nuevamente unidos (toses, zarpullidos... etc)... No, perdón, alegría, alegía (risas, aplausos, abrazos).
A Louis se le aflojó la boca en el interín, al encontrarse entre antiguos compañeros de andadas. Blableamos un rato y salimos a comer algo.
Aparcamos en una estación de servicio y pedimos ese algo de comer. Las anécdotas fluían a borbotones; que cuando tal campamento en que Louis mató un gato sin querer; que cuando tal... bum!!! La conversación se vió interrumpida por un fuerte ruido. Un hombre entrado en copas (y no de árbol) se estroló contra la puerta de vidrio de la estación de servicio... la carcajada fue general.

Más luego, siendo ya muy tarde (más para nosotros, ya que en Argentina son como dos horas más que en Ecuador en esta época), nos dispersamos cada cual para su cucha.

Solo el tiempo de tomar un bañito y la fiesta del ojo!

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